Por: Andreina Gutiérrez
La frase “una imagen vale más que mil palabras” es más acertada de lo que a los académicos de la Real Academia Española les gustaría admitir. Al menos así lo es en el plano de la publicidad y el marketing, puesto que hoy en día todo el mundo tiene un dispositivo inteligente en su mano a toda hora, pero curiosamente poco tiempo para echarle un ojo a todo el contenido que está en línea.
Un ejemplo de ello es el éxito que ha tenido Instagram en comparación con otras redes populares como Twitter. La primera centra su atractivo en listas de imágenes que se muestran rápidamente y cuya relevancia en nuestro timeline dependerá de nuestros gustos y preferencias.
Por su parte, Twitter tardíamente decidió incluir imágenes en sus publicaciones y a pesar de que su límite de caracteres no es muy amplio, se dio cuenta de que al incluir una imagen el contenido puede obtener trescientas veces más alcance. ¿Raro? ¡Es el presente! Ya la gente no lee tanto como antes, y aunque Twitter sigue siendo la red social consentida de muchos, Instagram le ha quitado el trono en publicaciones pagas.
Este es el ahora: las personas van caminando por la calle con su smartphones en la mano y no precisamente para leer bloques de texto. Es por ello que las imágenes se han vuelto elementos claves en las campañas. Las infografías son un ejemplo clave en este punto: grafican, puntualizan y se leen rápidamente.
Ese sentido de inmediatez y que venga acompañado de una estética agradable es la combinación perfecta para llamar la atención de cualquier usuario perdido en un mar de publicaciones. Recuerda que la imagen de una empresa se construye con los detalles, y lo mejor de todo es que cualquier momento es bueno para refrescarla o empezar de cero.
La competencia es fuerte, sí, pero la próxima vez que sientas que “no eres lo suficientemente creativo” para idear una propuesta de marketing visual, échale un ojo a tu timeline y concéntrate en aquellos gráficos que llamen tu atención. ¿Qué tienen de especial? ¿Fueron sus colores? ¿Sus formas? ¿Su rápida lectura? Encuentra qué te atrapó en cada una y asimila este lenguaje, pues si no entra por los ojos, no sirve.
